El presidente de la Comisión de Box, Lucha Libre y Kickboxing de Tijuana, Juan Carlos Pelayo, descartó que hubiera negligencia médica en el fallecimiento de Hijo del Perro Aguayo, e indicó que se hizo todo lo posible para salvarlo.

Recordó que el lamentable accidente ocurrió en la parte final de la pelea, donde el hijo del “Can de Nochistlán” salió del ring tras una ejecución de Rey Mysterio y “una vez que se sube está en malas condiciones hasta quedar imposibilitado de seguir luchando”.

Manifestó en conferencia de prensa que en ese momento intervinieron Mario Fuentes, la doctora Teresa Sánchez y llegó el doctor en turno, “quien venía de estabilizar a unos luchadores” y luego lo estabilizaron con una cánula para darle los primeros auxilios.

Tras sacarlo en camilla lo trasladaron al hospital del Prado, “donde fue ingresado al lado de urgencias, donde después de darle todas las atenciones no hubo respuesta cardiológica ni neurológica y se dio el fatal desenlace, se le dieron los mejores servicios”, añadió Pelayo.

En la reunión con los medios también estuvieron Ernesto Franco, médico en turno; Carlos Gopar, director de Bomberos; Ignacio de la O, promotor del evento; Juan Carlos Méndez Torres, director de Protección Civil; y Mario Fuentes, comisionado de Lucha Libre.

Pelayo puntualizó que las autoridades de bomberos y Protección Civil no permitieron el acceso hasta que se cumplió con el requisito de dos ambulancias, cinco paramédicos, el puesto de socorro y que el doctor estuviera presente.

Por separado, el médico de la comisión, Ernesto Franco, lamentó en declaraciones al diario El Mexicano el desenlace fatal, pero aseguró que se hizo todo lo posible por salvarlo.

Todo fue “a raíz de un golpe que tuvo en la región cervical, se le hicieron todas las maniobras de resucitación posible, estuve con él por alrededor de una hora intentarlo reanimarlo. Se le hizo una resonancia magnética para descartar cualquier otra cosa”, aseveró.