El último Grito de Independencia del gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna, tuvo una Plaza de Armas cerrada al público, al igual que la avenida Hidalgo, debido a la pandemia de Covid-19.

La tradicional pirotecnia se realizó para que pudiera ser disfrutada desde distintos puntos de las ciudades de Guadalupe y Zacatecas, aunque se montó un operativo para disuadir a las personas que se concentraban en los miradores.

Los restaurantes y antros del Centro Histórico, pese a las pocas personas que acudieron, tuvieron una asistencia mayor a la que han tenido desde que reabrieron durante la pandemia, aunque lejos de las que tenían en fines de semana regulares y más en esta fecha.

Plaza de Armas llenó el espacio con militares, policías viales y estatales, además de los integrantes de la Banda Sinfónica del Estado, medios de comunicación y funcionarios.

Solo algunos turistas desde los balcones de los hoteles y unos pocos peatones que lograron entrar se sumaron a la celebración. El gobernador, su esposa y otros invitados contemplaron la pirotecnia desde la azotea del Palacio de Gobierno.

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