Una de las 26 víctimas cuyos cadáveres fueron dejados el pasado 24 de noviembre en tres vehículos, en las inmediaciones de la Glorieta de los Arcos del Milenio, en Guadalajara, Jalisco, había sido secuestrada en el municipio de Pinos, Zacatecas, por un grupo de sujetos armados.
María del Carmen Ramírez Moreno, vecina de Ojuelos, Jalisco, acudió para reconocer el cuerpo de su hijo, José de Jesús Hernández Ramírez, de 43 años, quien fue hallado en el interior de un vehículo Nissan.
La mujer declaró que su hijo era originario de Ojuelos y que la semana antepasada su nuera le avisó que Jesús Hernández no había regresado de trabajar.
Informó que su hijo laboraba en una llantera ubicada en Pinos, en la carretera que va de Ojuelos a San Luis Potosí, y luego de buscarlo en la zona sin dar con su paradero decidieron acudir al Servicio Médico Forense de Guadalajara, donde lo reconocieron.
Jesús Hernández no tenía antecedentes penales. Su horario de trabajo era por la noche y madrugada.