El dominio de los partidos políticos sobre los procesos electorales ha restringido una mayor participación de ciudadanos que consideran, existe un agotamiento en la credibilidad e independencia en los dueños de la democracia en el país y en los estados.
A partir de las reformas políticas que se iniciaron en 1977 con el entonces secretario de Gobernación, Jesús Reyes Heroles -uno de los políticos e intelectuales del liberalismo mexicano- el sistema político mexicano inició un proceso controlado de apertura a las expresiones político ideológico marginadas, tanto de izquierda como de derecha, para incorporarlos a la lucha electoral y evitar, el crecimiento de la guerrilla armada tanto rural como urbana, que ya despuntaba en el escenario para empujar cambios en el autoritarismo político.