Jueves 28 Marzo 2024

Nuevo año, nuevo discurso

•    Echarle la culpa a la anterior administración, sin efecto
•    Zacatecas el tercer lugar más peligroso
•    El Paquete económico y el nuevo reto de MAR


El gobernador del estado Miguel Alonso Reyes deberá iniciar actividades el próximo año no solo con un ánimo renovado sino con un nuevo discurso que transmita seguridad, confianza y certeza entre los zacatecanos que hoy padecen una real y preocupante incertidumbre.


El discurso de las herencias negativas y de echarle la culpa a la anterior administración ya llegó a su final natural. Ya se agotó. Ya no funcionará más para intentar justificar la inacción o la omisión ante los verdaderos problemas que hoy enfrentan los zacatecanos.

El gobernador Miguel Alonso tendrá que asumir los compromisos que asumió durante la pasada jornada electoral que le dio uno de los triunfos más aplastantes de la historia política zacatecana, y que fortalece la legitimidad social para emprender las reformas que estime convenientes y oportunas.

El mandatario estatal no requiere dar golpes de timón o “quinazos” para legitimar el apoyo y la confianza que recibió en las urnas el 4 de julio pasado. Por ello fue innecesario y prematuro iniciar la campaña mediática en contra de la administración de su antecesora Amalia García Medina.

La legitimidad ganada en las urnas es más fuerte y confiable que la encuesta que le presentaron sus “asesores” para iniciar la persecución mediática en contra del gobierno de Amalia García.

En este 2011 Miguel Alonso tendrá que utilizar un nuevo discurso, una nueva forma de dirigirse a los zacatecanos, para generar confianza pero también para asumir el liderazgo político que demandan los actuales momentos en los que prevalece la confusión y la intromisión de grupos políticos que pretenden hacerse del control institucional.

Tercer lugar en robos
En el ámbito de la seguridad pública el Ejecutivo del estado deberá pasar del discurso a la acción inmediata para, al menos, atajar el avance de este fenómeno que lastima no solo la confianza de la sociedad zacatecana, sino que ha dañado físicamente a muchas familias de la entidad.

En la actualidad nuestro estado se ubica en el contexto nacional en los primeros lugares de inseguridad en las carreteras, situación en la que primero se pretendió evadir la responsabilidad al culpar a la Federación de la desatención en la vigilancia de las principales vías de comunicación terrestre en la entidad.

Sin embargo, el procurador Arturo Nahle García rectificó después que se triplicaría la vigilancia en las carreteras estatales y federales que cruzan al estado, pero la presencia de elementos policiacos en dichas arterias hasta el momento es inadvertido. No se observan patrullajes de las corporaciones policiacas zacatecanas.

La situación en materia delictiva es cada vez más preocupante en la entidad. La publicación que hizo el pasado miércoles 29 de diciembre de 2010 el periódico El Norte da cuenta del segundo lugar que ocupa nuestra entidad en materia de incremento porcentual en robos.

Especifica el diario norteño en cuestión que “Durango encabeza el incremento en robos con 187 por ciento más, seguido por Zacatecas, con 60 por ciento; Jalisco con 50 por ciento, y Sinaloa, con 42 por ciento” (El Norte, 29 de diciembre de 2010).

La fuente informativa del citado diario es el Sistema Nacional de Seguridad Pública, entidad que refiere que durante el año 2009 se registraron en Zacatecas mil 985 robos, en tanto que en 2010 fueron 3 mil 192.

Cabe mencionar que “el estado de Zacatecas recibirá 115 millones de pesos para seguridad, según dio a conocer este lunes el secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública” (El Sol de Zacatecas, 28 de diciembre de 2010).

Los recursos que en materia de seguridad canalizará la Federación durante este año a Zacatecas representan apenas un incremento del dos por ciento, en comparación con la asignación que se hizo el año pasado.

Sin embargo algunos municipios no han hecho correctamente la tarea, esto es, no han cumplido con las políticas federales para obtener mayores recursos en materia de seguridad y por lo tanto han sido sancionados económicamente por el Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Es el caso de Fresnillo y Zacatecas que, de acuerdo con una nota del diario El Economista del 7 de diciembre de 2010, se dio a conocer lo siguiente:

“Los municipios sancionados son: La Paz (Baja California Sur); San Pedro (Coahuila), Chimalhuacán (Estado de México), Compostela y Santiago Ixcuintla (Nayarit), Salina Cruz (Oaxaca), San Juan del Río (Querétaro), El Fuerte (Sinaloa), Acayucan, Boca del Río, Papantla, Poza Rica, Coatzacoalcos, Córdoba, Minatitlán, Xalapa, Tuxpan y Veracruz (Veracruz), Fresnillo y Zacatecas (Zacatecas)”.

“Entre las principales faltas en que incurrieron es no haber ejercido al menos 25% de la primera aportación federal; no realizar su depósito de coparticipación o no presentar una Propuesta de Renivelación Salarial que fuese aprobada”.

Por otro lado, el diario El Universal publicó el 11 de diciembre de 2010 lo siguiente:

“De acuerdo con el nuevo indicador que mide sentimientos de inseguridad de los hogares en México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la población opinó sentirse muy insegura en términos de seguridad pública y a nivel personal”.

Empero esa percepción que es reconocida y medida por el organismo oficial responsable de la estadística nacional, es minimizada por el procurador de Zacatecas, Arturo Nahle García.

Ante el incremento del índice delictivo en la entidad, no se observa una estrategia que revierta la tendencia, al contrario, ni el gobierno estatal ni los municipios están comprometidos para proteger a los ciudadanos. El peor de los casos es la inacción y la irresponsabilidad para asumir su obligación pública.