Cada día que pasa el candidato del PRI a la presidencia de la República, José Antonio Meade, ve más lejos la posibilidad de llegar a los Pinos, pues su principal enemigo a vencer lo tiene en casa, y lleva el nombre de corrupción.

Esta semana que acaba de pasar, una vez más el actual gobierno priista federal se vio inmiscuido en temas de desvío de recursos públicos, y nuevamente quien fuera la protagonista de este escándalo mediático es la actual titular de la Sedatu, Rosario Robles Berlanga.

A Rosario Robles, quien está hundida en el descrédito y se ha convertido en la cara de la corrupción del actual gobierno federal, la Auditoría Superior de la Federación la ha señalado de ser la encargada de desviar 5 mil 251 millones 567 mil pesos de las arcas del erario público a través de diferentes programas durante su paso por la Sedesol y la Sedatu.

Según relatan una investigación realizada por Proceso y otros medios de comunicación nacionales, de las 26 auditorías que ha realizado este órgano a las cuentas públicas del 2014 a la fecha, se han detectado que durante el tiempo que Rosario Robles ha estado al frente de estas dependencias, el gobierno ha contratado centenares de empresas fantasmas, ha realizado diversos convenios con medios de comunicación al margen de la ley, además de esto, se le señala de pagar más de 65 millones de pesos a 17 mil 674 personas registradas como muertas.

Tras estos señalamientos realizados por la Auditoría directamente contra Rosario Robles, salió a la luz que los encargados de triangular y operar dichos fraudes son sus colaboradores, entre ellos su Oficial Mayor y sus coordinadores territoriales, quienes han trabajado con ella desde el inicio de la administración.

En Zacatecas, quienes han sido sus principales operadores de desviar recursos han sido Rolando Garza Martínez, quien fungía como delegado en la entidad y hace poco tiempo fue reemplazado por problemas de desvío de recurso de programas federales que tienen que ver directamente con la actividad minera; Marcos Ibarra Infante, actualmente coordinador de delegados y aspirante a la alcaldía de la capital; y Pedro de León Mojarro, uno de los más cercanos a esta funcionaria federal.

Con estos señalamientos que hace directamente la ASF, solo da la razón al estado y otras entidades que han manifestado irregularidades en el manejo de programas federales.

Por iniciar, imposiciones en Morena
Este jueves que pasó, Ricardo Monreal, ex gobernador del estado, regresó a la entidad y para que todos se enteraran ofreció una conferencia de prensa. Ahí señaló que su estancia será únicamente para coordinar la segunda circunscripción federal, de la cual Zacatecas forma parte, y no para palomear (imponer) candidatos; manifiesto que nadie, pero absolutamente nadie, le creyó, pues a eso viene, a ordenar la casa para que no les pase lo mismo que sucedió en la pasada elección, cuando dejó todo a cargo de sus hermanos y le fallaron.

En dicha conferencia, también hizo evidente su necesidad de dialogar con el líder minero Carlos Pavón, quien, desde la última visita de Andrés Manuel al estado, se ha encargado de manifestar su rechazo contra el candidato a la presidencia, pero, sobre todo, contra Napoleón Gómez Urrutia y su incorporación a la lista de senadores plurinominales por Morena.

Tan es así, que ese mismo día, el líder sindical salió a las calles de Fresnillo con un significativo grupo de mineros para manifestar su repudio contra AMLO y colaboradores, amenazando que esto sería el principio de sus radicales actos.

De no conseguir una respuesta positiva de Pavón Campos, uno de los principales afectados sería el menor de sus hermanos, Saúl Monreal, quien busca la alcaldía de Fresnillo, municipio con gran poderío minero y de gran influencia de este líder.

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