Sábado 20 Abril 2024

Participa UAZ en proyecto ‘México hacia la Luna’

Se busca completar una misión a Marte. (Cortesía)

Conmemorando el 50 aniversario de la llegada del hombre a la luna, la cámara de diputados organiza el Primer Congreso México hacia la Luna, en el recinto legislativo de San Lázaro.

Se realiza a través de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación (Cozcyt) y la Agencia Espacial Mexicana.

Participa el cuerpo académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) 201, de Telecomunicaciones y Electrónica del Centro de Investigación, Innovación y Desarrollo en Telecomunicaciones, de la Unidad de Ingeniería Eléctrica.

La UAZ participa en el panel de discusión sobre ‘Propuestas para que México aporte tecnología para ir a la Luna’.

Es importante recordar que el hombre llegó a la luna con una computadora 6 veces menos potente que las calculadoras científicas de hoy en día.

En la actualidad ya debería haber personas propietarias de róvers, o astromóviles, privados jugando al golf sobre la superficie de la Luna, pero en lugar de esto, el satélite de la tierra sigue impávido en el espacio.

Además sin que casi nadie lo haya notado el plazo límite del premio Google Lunar X Prize (16 millones de euros) ha expirado a principios de año, sin haber encontrado un proyecto ganador.

El salto de 384 mil kilómetros para llegar de la Tierra a su satélite natural será, nuevamente, algo posible.

Se firmó un plan el pasado 11 de diciembre del 2017 por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien aprobó un presupuesto de 19 mil 508 millones de dólares para la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).

Esto a fin de completar una nueva misión tripulada a la luna, y posteriormente, otra misión tripulada a Marte.

Durante el primer congreso ‘México Hacia Marte’, realizado en septiembre de 2017 en la CDMX, fue categórica la respuesta del público para que México se inserte en el viaje de la humanidad al planeta rojo.

Este proyecto de viaje por fuerza deberá pasar primero por la luna, porque es el camino natural para probar los equipos, sistemas, procedimientos y demás que se usarán para el viaje a Marte.

Dicho congreso será uno de los elementos para ir despejando esa incógnita de cómo se llevará a cabo, porque esperan que les presenten su visión, de cómo México se podrá incorporar a este esfuerzo mundial de exploración planetaria.

 

Enero 2018: Para la EM2, la NASA planea usar a Orión para ayudar a los astronautas a construir la Deep Space Gateway, la primera estación espacial cislunar que estará habitada por humanos para el 2020.

Será un punto intermedio para la creación de la Deep Space Transport, un vehículo espacial tripulado interplanetario para movilizar a tripulantes entre la Luna de la Tierra, con las lunas marcianas y su superficie.

Mayo 2019: La NASA eligió a la compañía de tecnología espacial Technologies Inc. (Maxar), como el primer contratista para ayudar a construir su plataforma Gateway en la órbita lunar.

Se trata de un punto crucial para la misión de Estados Unidos, de llevar astronautas a la Luna en 2024, dijo la agencia estadounidense el jueves (la misión establecerá una base para un eventual viaje para llevar humanos a Marte).

Maxar Technologies, anteriormente SSL, desarrollará componentes de potencia, propulsión y comunicaciones para el módulo de servicio y comando móvil lunar, especificó la NASA.

Buscan crear estaciones autosuficientes y habitables, apostar por objetos industriales en la Luna; primeramente, los expertos apuestan por las industrias que necesitan el vacío.

Se cultivarán cristales, la producción de aleaciones superlimpias, la microelectrónica y la nanoelectrónica.

Para realizar las respectivas maniobras, un aparato lanzado desde la Luna necesitará 6 veces menos combustible que uno que parte desde la Tierra.

Todo lo anterior ha ayudado a construir negocios capaces de sobrevivir más allá de la competición; muchos de los participantes, incluidos Astrobotic, SpaceIL y Moon Express, tienen lanzamientos planificados, aunque aún les falten algunos años.

Sus objetivos comerciales van desde la misión de Moon Express de recolectar recursos lunares, hasta el objetivo de Astrobotic de convertirse en un servicio de entrega de carga.

De acuerdo con CB Insights, en 2016 los fondos de capital riesgo para start-ups espaciales batieron un récord con unos 2.278 millones de euros.

A finales de marzo, Relativity Space, una compañía centrada en impresión en 3-D de motores para cohetes, cerró una ronda de financiación de casi 28 millones de euros.

Ayudó la competición a poner en el mapa a las compañías privadas de alunizaje e hizo que el hito, de alcanzar la superficie lunar, se sintiera como algo que pueda lograrse sin ser una superpotencia internacional.

El verdadero objetivo del viaje es dar otro gran salto para la humanidad; gobiernos ambiciosos están mirando a Marte y la Luna parece un campo de pruebas excelente para ese viaje.

"Estamos reconociendo a la Luna como un recurso, un trampolín y un activo. Estamos empezando a pensar en ella como un recurso, no solo como un destino en sí mismo", afirmó Thornton.

Estos próximos años van a ser muy emocionantes

Panel:

  • Revisión de hechos (EE.UU., Rusia, Europa, India, Japón, Israel, China)
  • Experiencia mexicana: cohetes, unamsat, Morelos, Solidaridad, MexSat, aeronáutica, AEM
  • El verdadero objetivo del viaje es dar otro gran salto para la humanidad. Gobiernos ambiciosos están mirando a Marte, y la Luna parece un campo de pruebas excelente para ese viaje.
  • Google Lunar X Prize,
  • Plan estratégico espacial, coordinación Interdisciplinaria eficaz; educación espacial gestión y desarrollo de proyectos e ingeniería de sistemas. Garantizar el acceso a los recursos espaciales
  • Start-ups espaciales privados, han recaudado hasta 245 millones de euros
  • Desarrollar componentes de potencia, propulsión y comunicaciones para el módulo de servicio y comando móvil lunar, dijo la NASA. Se trata de la cultivación de cristales, la producción de aleaciones superlimpias, la microelectrónica y la nanoelectrónica.

Más allá de estas compañías de alunizaje y de róveres, los gobiernos y otras entidades están construyendo la cadena de suministro lunar que EE. UU. no fue capaz de construir en la década de 1960.