Viernes 19 Abril 2024

"Con el frijol nos vamos a jubilar": investigadores

En los años 80, José Mauricio Muñoz inició el programa de mejoramiento genético de frijol en la entonces Escuela de Agronomía de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ). Hoy, casi 25 años después, este proyecto ya ha consolidado 20 líneas puras de la leguminosa, hasta el nivel de productores y consumidores.

Los responsables de las dos principales líneas del Proyecto de Mejoramiento Genético de Frijol, la de temporal y la de riego, Patrocinio Gómez Delgado y Juan Estrada Casillas, respectivamente, explicaron que generar un material, una línea pura de frijol, se lleva 8 años, y hay ocasiones en que pueden ser más.

 

Gómez Delgado presentó dos variedades puras que ha conseguido a lo largo de su inserción de lleno en este proyecto, hace 10 años. Comenta que su trabajo con la obtención de variedades resistentes a la sequía se justifica ampliamente al considerar que en Zacatecas se siembran alrededor de 600 mil hectáreas de frijol en estas condiciones.

Listas para reproducirlas a gran escala y ponerlas a disposición de los productores, ya a nivel comercial, ha logrado las variedades Flor de Junio L2 y Flor de Junio L77, ambas con características para soportar las condiciones de baja precipitación que prevalecen en la Entidad.

La L2 tiene la ventaja de la plasticidad genética, es decir, que se adapta a condiciones de temporal y en condiciones de riego su rendimiento se incrementa notablemente, pudiendo llegar de 800 kilos por hectárea en temporal, hasta 1600, con riego. Sin embargo, por su color “retinto” no es muy aceptada en el mercado.

La segunda variedad, la L77, solamente resulta rentable en ambientes de temporal, aunque ya ha pasado la prueba del mercado.

Estrada Casillas, cuyo trabajo se centra en las variedades propias para el riego, explicó que en su caso, se tienen listas 10 variedades para llevarlas a las pruebas de validación con los productores, pero que en general son líneas que pueden producir 4 toneladas por hectárea y hay casos en los que se ha llegado hasta 6 toneladas.

En los dos casos, los investigadores enfrentan una serie de obstáculos para reproducir a nivel masivo sus variedades, llegar a los productores y hacer las pruebas de validación por parte de ellos.

Lo anterior, tanto por falta de recursos, espacio y agua, como por cuestiones administrativas, como el registro, un trámite necesario pero muy difícil para los investigadores de alguna universidad.

La importancia sobre el registro radica en que, según su experiencia, la variedad desarrollada por el ingeniero Muñoz, la Flor de Junio UAZ86, con un gran éxito entre los productores, ahora aparece con muy diversos nombres y la UAZ no puede reclamar porque no pudo registrar las características moleculares de la misma, lo cual sí pueden hacer otras instancias.

Los investigadores dijeron que no pararán de llevar a los productores variedades de frijol siempre mejores de las que tienen, y para cerrar, ambos coinciden en que: “Con frijol nos vamos a jubilar”.