Con varios balazos en el cuerpo, fue encontrado sin vida el joven Iván Espino Colunga, de 18 años, quien fue sustraído por supuestos policías estatales en la comunidad La Unión de San Antonio, perteneciente a Pánfilo Natera.

Fuentes oficiales confirmaron que el hallazgo ocurrió este miércoles en un camino de terracería que conduce de la cabecera municipal de Ojocaliente a la comunidad de Jarillas; el cuerpo estaba desnudo y cubierto por una cobija.

Su madre acudió esta mañana a la Fiscalía General de Justicia del Estado para exigir a su titular y al gobernador, Francisco Murillo Ruiseco y Alejandro Tello Cristerna, respectivamente, que intervinieran para conocer el paradero de su hijo.

Denunció que el martes por la madrugada acudió a su domicilio un supuesto elemento de la Policía Estatal Preventiva (PEP) a quien conocen como “el comandante colombiano”, quien acompañado de civiles se llevó en medio de golpes y amenazas a Iván, a bordo de la patrulla 571.

Para entrar al domicilio destrozaron la puerta, luego amarraron a la mujer y a su esposo, a quienes les cubrieron la boca con cinta gris para que no gritaran.

Luego ella pudo escuchar cómo golepaban a su hijo, luego se lo llevaron y le advirtieron que iban a regresarlo en pedazos; además el policía les esculcó sus pertenencias y les robó sus teléfonos celulares.

Camberos deslinda a policías estatales
Categóricamente, el secretario de Seguridad Pública, Ismael Camberos Hernández, negó que elementos de la PEP estén involucrados en este caso.

Recordó que, en junio de 2017, se atendió una denuncia similar en la que se señalaba a la Policía Estatal como responsable de la desaparición de un hombre de 24 años de edad en el municipio de Villa Hidalgo.

En dichos señalamientos, los denunciantes referían que los plagiarios circulaban en la patrulla marcada con el número 559. Días después, específicamente en el municipio de Genaro Codina, se encontró una camioneta clonada como vehículo de la PEP y que estaba marcada con ese número.

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