Viernes 19 Abril 2024

Gritos, explosiones y rumores rompen el silencio de la Procesión

 

El pánico se apoderó de los zacatecanos que presenciaban la Procesión del Silencio cuando una presunta riña y la explosión de los focos de una imagen religiosa que se cayó, ocasionaron el rumor de una balacera y que la gente corriera.

La Banda Sinfónica del Estado, que encabezaba al contingente de mil 500 participantes, iba a la altura de la Alameda cuando se detuvo, los músicos dejaron de tocar y al voltear hacia atrás vieron como muchas personas corrían; de voz en voz se decía que había una balacera.


Los propios integrantes de la banda se dispersaron, algunos entraron con sus instrumentos a esconderse en casas o negocios que tenían sus puertas abiertas.

Todo se generó en la calle Fernando Villalpando, cuando algunas personas comenzaron a salirse de sus lugares y correr.

“No corran, no corran”, gritaban algunos de los que marchaban para evitar que se descompusiera el orden de la procesión, y justo en ese momento una imagen religiosa se cayó al piso, quebrándose los focos de la plataforma que la sostenía; entonces se oyeron un par de detonaciones que causaron el pánico.

Un pleito habría iniciado el “efecto dominó”
Aparentemente el desacomodo generado entre el público que estaba en esta zona, y que ocasionó que quienes cargaran la imagen la tumbaran, fue por un pleito entre unas personas metros antes, lo cual no fue confirmado por las autoridades.

La riña presuntamente se generó entre Santo Domingo y la Preparatoria 1 de la UAZ.

Las personas comenzaron a replegarse primero a las paredes y se empezó a espantar la gente por algunos sujetos que decían que había balacera, que se tiraran al piso y que venían sicarios.

Hasta ese momento solo algunas personas se estaban moviendo de sus lugares y metiéndose en el camino de la procesión, pero el tronido de los focos fue la gota que derramó el vaso para que el rumor de una balacera cobrara fuerza.

Una versión extraoficial señala que unos jóvenes usaron juegos pirotécnicos para causar las detonaciones, y ellos mismos empezaron a decir que ya venían los sicarios.

Sin embargo, los tronidos que se escucharon cerca del Congreso fueron posteriores a que varias personas comenzaran a correr y meterse en el trayecto de la procesión.

Un efecto dominó de gente corriendo espantada se generó por toda la calle Fernando Villalpando y se extendió por toda la procesión. Incluso algunos de los propios participantes dejaron las imágenes religiosas en el suelo para huir.

Empujones, caídas y crisis nerviosas
Por toda la zona del centro de la ciudad se veían personas corriendo y de inmediato se extendió el rumor de que había ocurrido una balacera, e incluso algunos comerciantes que tenían puestos en la calle comenzaron a levantarlos.

A pesar del alboroto, comenzaba a recobrarse la calma y algunos de los feligreses que participaban en la procesión pedían a sus compañeros que siguieran el camino, mantuvieran la fe y aseguraban que no había pasado nada, pero entre ellos mismos algunos decían que escucharon balazos.

La procesión parecía que continuaría su marcha. Varios participantes se reacomodaron para seguir y personas entre el público, ya muy disminuido, pedían silencio para que siguiera la procesión.

Sin embargo, de nueva cuenta varias personas comenzaron a correr despavoridas a la altura de Santo Domingo y fue imposible reagrupar al contingente desde este punto hacia atrás, además de que también el público se dispersó.

Entre las cientos de personas que corrieron hubo empujones, codazos, apretujones, caídas, niños que por varios minutos se perdieron en medio de la confusión y quienes tuvieron crisis nerviosas.

La Banda Sinfónica de Zacatecas recibió instrucciones de que continuara la procesión y sus integrantes comenzaron a tocar, siguiéndoles el paso la mitad de los participantes que aún continuaban.

Agradecen gobernador y obispo la unidad de quienes continuaron
Al terminar la procesión el gobernador Miguel Alonso Reyes, varios miembros de su gabinete y el obispo de Zacatecas, Carlos Cabrero Romero, se dirigieron a la Plaza de Armas. En su trayecto fueron aplaudidos por varias personas.

En el escenario donde se realizan los conciertos en Plaza de Armas, el gobernador y el obispo dirigieron un mensaje a quienes se encontraban presentes para agradecerles su presencia y la unidad que mostraron.

Al referirse al incidente, Carlos Cabrero señaló que fue “ajeno a esta manifestación de nuestra fe” y sobre quiénes lo ocasionaron dijo que lo hicieron “sin mirar lo que pretendían en el sentido de un juego”.

Luego Miguel Alonso hizo uso del micrófono y explicó que se trataba de una falsa alarma la que generó la confusión, y agradeció la unidad de quienes continuaron la procesión, al tiempo que les pidió trasmitir el mensaje de que se mantenía la paz y la seguridad.

Luego se ofreció una conferencia de prensa en la que se detalló cómo sucedió el incidente, que derivó, dijo el gobernador, “en una situación donde se generaron muchas versiones, pero podemos decir con toda contundencia que la seguridad ha estado, está y estará garantizada”.

Desluce esfuerzo de varios meses
Esta Procesión del Silencio se programó para que fuera muy especial, ya que iba acompañada de bandas de música y habían hecho otros preparativos con el fin de  rescatar viejas tradiciones.

Las agrupaciones musicales ensayaron 12 piezas sacras para esta ocasión y, de las tres que participaban, solo la de Gobierno del Estado y la de Tacoaleche continuaron, ya que la de Guadalupe estaba en la parte del contingente que se desintegró.

Los participantes se prepararon espiritualmente cada fin de semana desde finales del año pasado, y este último sábado acudieron a un retiro.

 

  

 

 

FOTOS: OSVALDO MARTÍNEZ Y LEONARDO MORENO

VIDEO: PATRICIA URIBE

 

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