El dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Ortega, equiparó la aprehensión y acusaciones por presuntos vínculos con el narcotráfico, de Gregorio Sánchez, candidato a la gubernatura de Quintana Roo, al intento de desafuero del Andrés Manuel López Obrador, durante el sexenio del entonces presidente de la República Mexicana.

Ricardo Cantú, representante del Partido del Trabajo, coincidió con el perredista y recordó que lo que detuvo la maniobra en contra del empresario y cantante grupero, fue la acción de la gente.

Ortega, quien participó esta tarde en un mitin en Cancún, para exigir la liberación de Sánchez Martínez, alcalde con licencia preso en el penal de El Rincón, en Tepic, Nayarit, intensificó sus críticas en contra del gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto, a quien acusó de "pillo" y de ser un "político marrullero", por ubicarlo como principal responsable de las investigaciones e imputaciones iniciadas sobre "Greg".

Ante más de dos mil 500 personas, presentes en la explanada del Palacio Municipal de Benito Juárez, habilitado con un escenario y dos megapantallas, el perredista anunció que se efectuará una marcha de Cancún al Distrito Federal para exigir justicia.

También que el próximo domingo vendrán a este centro turístico, senadores, diputados y dirigentes de todo el país, por lo que se unió a la petición de la esposa de "Greg", Niurka Sáliva, para convencer a 10 personas más de la inocencia del inculpado y duplicar su presencia en las movilizaciones sociales.

Sáliva, durante su discurso, se comprometió a que junto con su esposo, apoyarían a todo aquel que enfrentase problemas con la justicia, sin tener el privilegio que dan los micrófonos; pero a cambio -condicionó- convencer a 10 personas más para "dar testimonio" sobre la honorabilidad de Sánchez Martínez.

"Lo que más nos asusta no es la violencia de pocos, sino el silencio de muchos", fue como la cubana, naturalizada mexicana, inició su intervención arriba del escenario.

"Las dos preguntas que me hizo mi esposo cuando lo vi, fue cómo estaban sus hijos, y éste que aún no llega; y cómo está su pueblo. Esa fue la pregunta que me hizo Gregorio Sánchez, ‘cómo está mi pueblo' y yo le respondió que más aguerrido y unido que nunca", gritaba.

Minutos antes, habría declarado en entrevista que el vincular a Cuba, con el presunto apoyo político a su marido, podría ocasionar un conflicto internacional de índole diplomático, entre México y aquella nación.

"Quien diga eso no se da cuenta de que puede crear un problema internacional, un conflicto diplomático entre Cuba y México", respondió.

Asimismo señaló que confía en "la justicia divina", para que el martes próximo -cuando se vence la ampliación del término constitucional de su esposo- el juez que lleva el caso dicte el auto de libertad.

En ese tenor, aclaró que si bien desconfía de la actuación de la Procuraduría General de la República (PGR), le apuesta a la aplicación de las leyes, por parte del Poder Judicial mexicano.

Al tomar su turno, Jesús Ortega arremetió en contra de "algunos periodistas allá en México", que -dijo- "están vendidos y comprados", pues han difundido que la coalición conformada por su partido y el Partido del Trabajo (PT), Convergencia y Acción Nacional (PAN), se están dividiendo a partir del encarcelamiento de su candidato, a quien "dicen que estamos dejando solo".

"Pero están equivocados. Estamos más unidos que nunca el PRD, Convergencia, el PT y también el PAN, en contra de esta injusticia; estamos unidos por la libertad de Greg", aseguró, para luego encabezar los coros que pedían la muerte de periódicos locales y, en general, de la prensa dominada por el sistema.
 

(Con información de El Universal)

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