Viernes 19 Abril 2024

Villanueva, tierra de fe a San Judas Tadeo

Todos los caminos llevan a Villanueva durante octubre, especialmente el día 28, al ser la morada de San Judas Tadeo, el santo de las causas difíciles.

Miles de feligreses católicos recorrieron durante la noche la carretera federal 54, desde la salida sur de la capital del estado hasta este municipio.

Las mañanitas al santo patrono de esta localidad fueron a las 5:30 de la mañana de este viernes. Aún no comenzaba la alborada y la parroquia ya estaba llena de devotos.

La peregrinación Zacatecas-Villanueva, que es una de las más representativas de la entidad, cumplió este año su 26 aniversario.

Feligreses católicos acuden a la casa del santo para pagar “mandas” o para dar gracias por los favores recibidos.

Peregrinos van a Villanueva no solo desde la capital y Guadalupe, sino también de Fresnillo, Jerez y Tabasco, entre otros municipios.

Al inicio de la ceremonia religiosa, una danza de matlachines entró hasta el altar principal; tras de ellos un río de devotos cargaba en sus manos imágenes religiosas, flores y veladoras como ofrendas a San Judas Tadeo.

Conrado R. Puente, cura de la parroquia, dio la bienvenida a los peregrinos, a quienes dijo que el cansancio y las incomodidades del viaje regocijarán su corazón y los llevará a llenar de amor sus corazones.

Mientras homilía sigue su curso, algunos fervientes católicos recorren de rodillas el pasillo central del templo, contemplan y hacen reverencia a la imagen del santo de las causas imposibles, juntan sus manos y le rezan entre labios.

Esplendoroso, rodeado de flores naturales y veladoras luce el santo patrono de la parroquia de Villanueva para su celebración, que data del siglo XIX.

Cantos religiosos provocan sensaciones de paz a los creyentes, a algunos de los cuales se les llenan los ojos de lágrimas.

El presbítero comentó que San Judas Tadeo hace favores celestiales a los devotos para conseguir empleo, casa, salud y otros milagros.

La parroquia estaba abarrotada. Unos fieles escuchaban la liturgia, otros se confesaban, unos más encendían veladoras y rezaban.

El dolor de los peregrinos era evidente, la mayoría caminaba con dificultad, con su ropa medio sucia, pero sus rostros reflejaban el gozo de haber cumplido con sus promesas.

Aquellos que llevaban imágenes, rosarios y oraciones se acercaban al párroco, quien procedió a rociarles agua bendita. También llegó una delegación de ciclistas, llamó la atención de la gente.

En la explanada del jardín principal de Villanueva danzaban matlachines mientras que personas ofrecían pan, buñuelos, café, chocolate y atole.

No importaba la hora, de madrugada o de día, ni el frío, calor, sed o cansancio. Los peregrinos no dejaban de recorrer la carretera federal rumbo a la tierra del fallecido cantante Antonio Aguilar, que hoy es la tierra de la fe al santo de las causas imposibles.