Jueves 28 Marzo 2024

Plagada de anomalías, la cuenta pública de Mazapil

La Auditoría Superior del Estado (ASE) encontró irregularidades en la cuenta pública de Mazapil por 3.5 millones de pesos, consistentes en pagos indebidos a funcionarios, préstamos no autorizados, incumplimiento a proveedores y obras inconclusas.

La revisión de la cuenta pública 2008 corresponde a la administración de Gregorio Macías Zúñiga, quien hasta enero de este año era presidente de Mazapil, cargo del que pidió licencia para contender como candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a diputado local por el distrito de Concepción del Oro.


En total, el órgano fiscalizador emitió 69 observaciones y presentó una denuncia penal contra el encargado de Desarrollo Económico y Social, Alejandro Acuña Villagrana.

La demanda obedece a que el funcionario cobró de manera indebida un cheque por 84 mil 300 pesos para el pago de un proveedor, Daniel Contreras, de la empresa Ferreoro, que construyó un abrevadero en 2007 en la comunidad de Concepción de la Norma, pero éste nunca recibió su dinero.

Entre los gastos indebidos figura la compra de 250 mil pesos de gasolina que no están justificados. Al respecto, el entonces presidente Gregorio Macías argumentó ante la ASE que se “extraviaron facturas”.

El cabildo de Mazapil también puso su granito de arena para que no se justifiquen egresos, ya que en una sesión aprobó “que los gastos de representación del presidente municipal sean de 12 mil pesos quincenales, sin comprobación”, aunque en una sesión posterior modificó el acuerdo para que sólo fuera el 50% lo que no se facture.

La ASE recomendó al ayuntamiento que reconsidere el porcentaje que no debe justificar el alcalde, dadas las condiciones y características del propias del municipio, que es uno de los más pobres y rezagados de Zacatecas.

El órgano fiscalizador también señala a los regidores, que se otorgaron un “bono de final de año” por un total de 407 mil pesos, el cual no se justifica, entre otras cosas porque “la cuenta no presentó suficiencia presupuestal”, es decir, no había dinero en las arcas municipales.

De esa cantidad, el alcalde Gregorio Macías recibió 122 mil pesos; su asesor, 27 mil; el secretario del deporte, 7 mil; y cada regidor 20 mil pesos. Sin embargo, la ASE señala que “no existe la partida presupuestal de bono de fin de año”.

La Auditoría detectó además que en 2008 el municipio tuvo un superávit de 6.1 millones de pesos, es decir, sus egresos fueron superiores a sus ingresos, lo que no detuvo al alcalde y los regidores para que se autorizaran el bono.

En diciembre de ese año, la administración municipal debía pagar a diversos deudores 5.6 millones de pesos, lo que no hizo; sin embargo, dio préstamos a funcionarios por 1.3 millones de pesos.

Sobre este tema, la ASE inició un procedimiento para sancionar al tesorero municipal, Vicente Pérez Esquivel, “por no llevar acciones tendientes a recuperar créditos otorgados por el municipio”.

Estas y otras irregularidades turnó la ASE al Congreso del Estado para que aplique las sanciones correspondientes. En caso de que Gregorio Macías llegue a ser diputado local, será él mismo quien, junto con el resto de los legisladores, siga este procedimiento.

Al pliego de observaciones que realizó la ASE se suman las que hizo la Auditoría Superior de la Federación, que pide la aclaración por casi 6 millones de pesos de recursos federales que se destinaron en Mazapil a conceptos no contemplados o se usaron de manera irregular.

Recientemente, Gregorio Macías también fue acusado de manera pública por ejidatarios de San Tiburcio por favorecer a la empresa Peñoles en la compra desventajosa de terrenos para actividades mineras.

 

 

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