Con el fin de implementar estrategias conjuntas en beneficio de la población más vulnerable de Zacatecas, el gobernador David Monreal Ávila y su esposa Sara Hernández se reunieron con miembros del Centro de Beneficencia Manzana del Bienestar de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

En compañía del presidente de la Federación de Mexicanos Unidos en Utah, Salvador Lazalde, y en respeto al Estado laico, atendieron la invitación de este centro de beneficencia en la sede de Salt Lake City, Utah, en Estados Unidos.

Una de sus funciones es ofrecer ayuda humanitaria en caso de desastres naturales y apoyar a la población que más lo requiere mediante diferentes programas.

En ese sentido, el Gobierno de Zacatecas, la comunidad migrante y el centro de beneficencia Manzana del Bienestar acordaron impulsar una agenda conjunta para ayudar a quienes menos tienen.

Luego de este encuentro, el mandatario reiteró su admiración y agradecimiento a las y los migrantes zacatecanos porque, dijo, “son una muestra de amor al prójimo, de solidaridad, de filantropía y de principios, ya que entregan su tiempo y esfuerzo”.

Les reconoció el éxito que han tenido en un país al que llegaron sin conocer el idioma y lejos de su familia. “Todos ustedes, con su esfuerzo diario, ponen en alto a México y Zacatecas”, expresó.

Consideró que los proyectos conjuntos en favor de Zacatecas son una cadena virtuosa de vanguardia, fuera de toda ambición, ya que sólo se busca el bienestar de las familias y de las comunidades de origen de las y los zacatecanos que radican en Estados Unidos.

Sara Hernández se dijo complacida con la invitación toda vez que consideró que algunos de los proyectos que se realizan en la Manzana del Bienestar pueden ser replicados de manera favorable en Zacatecas.

En respuesta, líderes de dicha organización dijeron estar dispuestos a apoyar en la capacitación y el acompañamiento para dar seguimiento a los distintos proyectos que se emprendan por el bienestar de las familias zacatecanas.

Juan T. Becerra, representante en Utah de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, destacó que el diálogo con David Monreal fue muy productivo porque permitió generar alianzas de beneficio social.

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