Unas horas después de que anotara el gol que le dio el triunfo a su equipo de futbol a los 19 años, la ahora candidata a gobernadora de Va por Zacatecas estaba en el hospital tras sufrir un accidente automovilístico.

A 22 años del giro que tomó su vida y que la ha llevado a buscar la gubernatura, Claudia Anaya Mota recordó ese momento que terminó dándole la fortaleza para enfrentar retos.

Relató que se dirigía a Calera para atender una zapatería de su familia, su auto patinó en una curva y se salió del camino, instante que describió “como si te revolcara una ola”.

Mientras era atendida y llegaban sus familiares y amigos escuchaba que hablaban, pero no sabía qué pasaba, y cuando la trasladaron en avión a la Ciudad de México perdió el conocimiento. Lo último que recuerda antes de emprender el vuelo fueron porras de sus compañeros que le gritaban “¡Vamos Claudia, tú puedes!”.

Ahora le dan mensajes de ánimo en sus giras de campaña por todo el estado, donde al verla  en silla de ruedas todavía se preguntan si tiene alguna enfermedad o surgen varias versiones, por lo que decidió aclarar lo que ocurrió en una entrevista en su Fanpage.

En el instante en que recuperó el conocimiento estaba en terapia intensiva con personal médico que intentaba salvarle la vida. “Yo llegaba a pensar que me iba a morir porque me faltaba aire, no podía y no sabía dónde estaba. Fueron momentos muy difíciles, duros, no sabes lo que pasa”, expresó.

Cuando el doctor le dijo que no volvería a caminar por una lesión medular y necesitaría de ayuda todo el tiempo sólo lo vio sin decir una palabra, por lo que el médico pensó que no le había entendido. Luego su padre entró a la habitación del hospital y le preguntó “¿Qué vas a hacer?”.

Lo primero fue continuar con sus estudios para titularse como licenciada en Mercadotecnia. Entró a trabajar en el Instituto de las Mujeres; luego pasó a ser directora de la dependencia estatal que atendía a personas con discapacidad, diputada federal y local. Actualmente es senadora con licencia y candidata a gobernadora.

Su paso por la política era impensable, nadie en su familia participaba en ella. Ahora la apoyan en su búsqueda del cargo con mayor responsabilidad en el estado y ese respaldo tras adquirir su discapacidad le ha permitido llegar hasta este punto.

Tras el accidente su madre cerró el negocio, su padre pidió su jubilación anticipada y en la casa se tuvieron que reorganizar para la nueva vida, “que implica también sacrificio de parte de la familia, que no todos pueden hacer para salir adelante; por lo regular la persona con discapacidad se queda en casa para que el resto pueda salir a trabajar”.

En el servicio público encontró su vocación, actualmente cursa el doctorado en Administración Pública y, aunque debe hacer diariamente 4 horas de ejercicio y le lleva más tiempo que al resto realizar actividades cotidianas, ha sido la senadora más productiva en el Congreso.

Reconoció que es exigente consigo misma y disciplinada, además de optimista porque “si te concentras en lo que no puedes hacer vas a caer en la frustración, si te concentras en lo que tienes, que tienes salud, a tu familia, oportunidades, que tienes la posibilidad, ahí hay una ruta”.

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