Padres fríos afectivamente, inestables o ausentes y madres ‘preocuponas’, sobreprotectoras, depresivas, ansiosas o inseguras generan en los adolescentes miedo a enfrentar la vida, alertó el psicólogo del Issste Juan Valdivia Mata.

Se ha detectado in incremento en el número de casos de adolescentes y jóvenes que no estudian ni trabajan, llamados ninis, expresó el especialista del Hospital General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste).

Esto se debe, explicó, a que desde el desarrollo de adolescente a adultos enfrentan los cambios con miedo, negación y angustia.

Es necesario que los padres, al visualizar algún tipo de comportamiento inadecuado o de inadaptabilidad, acudan con un especialista para establecer un tratamiento adecuado.

Valdivia Mata enfatizó que es importante visualizar el miedo que presentan tanto los padres como los hijos acerca del cambio del niño-adolescente-adulto en lo físico y  en lo emocional, lo cual tiene que ver con una negación y angustia al cambio.

“Lo anterior les impide a los hijos enfrentar, actuar, se encuentran asustados, no desean salir de la comodidad, se muestran superados y sorprendidos por la vida fuera de la casa, por lo tanto no son capaces de realizar un proyecto de vida”, reiteró.

El psicólogo expresó que los jóvenes son poco tolerantes, manipuladores, ansiosos e inseguros, mientras que los padres los sobreprotegen tratando de resolver la vida de ellos.

Cuando los padres intentan realizar lo contrario, al joven le genera ansiedad, entra en crisis, además de que los padres no saben poner límites y “su autoridad se ve rebasada”, detalló.

Juan Valdivia reiteró que es digno de tomar en cuenta las características emocionales de los padres, los cuales pueden ser fríos afectivamente, inestables emocionalmente, ausentes, sobreprotectores, depresivas, ansiosos o inseguros.

Cuando eso ocurre los hijos se sienten abandonados emocionalmente, solitarios en compañía de la computadora y posteriormente son jóvenes que tienen problemas para relacionarse, tienen un círculo de amistades reducido y serios  problemas de tipo adaptativo en todas sus áreas de contacto.

Elementos del crecimiento y desarrollo
Los elementos centrales en el crecimiento y desarrollo de los hijos deben ser el umbral de frustración, el sentido de responsabilidad y la capacidad de decisión.

De no hacer que se enfrenten a esos elementos de crecimiento, “los incapacitamos, los inutilizamos, ellos se muestran temerosos, con miedo, inseguros para realizar tareas tan sencillas, pensando que lo van a realizar mal, ellos no tienen la culpa, la tienen los padres”, expresó el psicólogo.

Reiteró que “tenemos que favorecer la autonomía en ellos. Solo si como padres brindamos ese espacio de seguridad, comunicación, valores, afectos, confianza, les dará seguridad y enfrentarán de manera adecuada las situaciones que la vida les presente en su diario caminar”.

Indicó que a los hijos no se les idealiza, se les dan las herramientas necesarias para un óptimo crecimiento y desarrollo, y ellos en su momento tomarán las decisiones adecuadas para su desarrollo.

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