Por más vigilancia que haya en las calles la policía no podrá evitar los delitos que se cometen dentro del hogar, aseveró el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló.

Señaló que la muerte de Claudia “N”, una mujer embarazada a la que su hermano roció gasolina y prendió fuego, es un ejemplo de que "la violencia es un fracaso de la sociedad".

Enfatizó que la violencia y el mal no tienen la última palabra, pero son consecuencia "de algo que no estamos haciendo bien" como sociedad.

Noriega Barceló emitió un mensaje de consuelo y esperanza a las familias que tienen algún integrante desaparecido, durante su conferencia dominical posterior a la homilía.

"No hay dolor más grande que vivir con la incertidumbre" de saber si una persona vive o muere, expuso el obispo, y son muchas las familias que están padeciendo el dolor desde hace años.

Mencionó una estrategia para buscar a los desaparecidos que han implementado las autoridades y los familiares en Guerrero y Michoacán, donde trabajan coordinadamente.

Tienen un "inventario" de personas desaparecidas, refirió, y cuando se encuentran un cuerpo y logran identificarlo se termina con la incertidumbre.

Respecto al Día de Muertos, dijo que la tradición ha sido agredida, pues la cultura ha sido trastocada por la modernidad y el consumismo.

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