Jueves 18 Abril 2024

Mitos en la alimentación ¡Destrúyelos!

Información intencionadamente confusa, contradictoria, no justificada o contraria a lo que demuestra la ciencia abunda en el área de la nutrición.

Mitos y factores culturales, económicos, sociales, psicológicos y hasta religiosos ejercen una gran influencia sobre los hábitos alimentarios, señaló Daniel Bernal Espinosa, maestrante en Nutrición Clínica por la Universidad Autónoma de Durango (UAD) Campus Zacatecas.

Son alimentos clásicamente mitificados la miel, el vinagre de sidra, la jalea real, el ginseng, el ajo, el vino y el agua.

Algunas creencias populares erróneas son:

  • Los plátanos engordan, pero si se comen con leche adelgazan
  • Pepinos y manzanas tienen calorías negativas porque exigen para su masticación y digestión más energía de la que proporcionan
  • La lechuga produce sueño, evita el infarto y disminuye el colesterol
  • El limón produce anemia porque se come los glóbulos rojos
  • Habas, guisantes, lentejas y garbanzos se deben comer en medio de las comidas, porque tomados al principio pueden producir vómitos y, finalmente, pesadillas
  • Las espinacas dan fuerza
  • Se debe comer mucha carne para estar fuerte
  • Los huevos morenos son mejores que los blancos
  • Una mujer embarazada debe comer por dos
  • En Costa de Marfil, a los niños se les restringe de comer huevo porque se cree que se vuelven díscolos y desobedientes
  • En Sudáfrica, las mujeres no deben tomar leche porque creen que les provoca esterilidad


Vitaminas ¿Funcionan?
El consumo injustificado de vitaminas cuesta al contribuyente enormes cantidades de dinero sin beneficio demostrable para su salud, alerta Bernal Espinosa.

“Se puede afirmar que las inocentes vitaminas hidrosolubles poseen efectos a dosis altas, o incluso medias, debido a diferentes mecanismos, entre los que se incluyen: la toxicidad directa de estas vitaminas o de sus metabolitos, por unión a otras drogas o nutrientes, por enmascarar los síntomas y signos de otras carencias o enfermedades, o porque pueden inducir un fenómeno de dependencia y de rebote posterior”, alerta en su estudio Mitos Pasados y Presentes en la Alimentación.