Miércoles 24 Abril 2024

Propone Claudia Anaya mejorar condiciones de trabajadoras del hogar

Según cifras del INEGI, en México existen un millón 800 personas trabajadoras del hogar, de las cuales un 96.6% son mujeres – en su mayoría indígenas- con altos índices de pobreza, marginación y con bajo nivel educativo.

Para mejorar los derechos laborales de este sector, la diputada federal Claudia Anaya Mota, presidenta de la Comisión Especial Sobre la No Discriminación, presentó una iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo y a la Ley General del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Esta iniciativa se presentó en conjunto con el presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) Ricardo Bucio Mújica, y la secretaria general de la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar (Conlactraho) Marcelina Bautista Bautista.

Este cambio en la legislación propone reconocer y garantizar condiciones laborales para las trabajadoras del hogar, que ya existen en una gran cantidad de países como España, Costa Rica o Uruguay.

De ser aprobada, la reforma representaría un importante avance en el reconocimiento del derecho a la no discriminación, así como en favor de una sociedad más equitativa, en donde la democracia se traduzca en igualdad de condiciones para el desarrollo y para la vida digna.

Anaya Mota expuso que la situación de este sector, aunada a la regulación jurídica específica que se establece en la en la Ley Federal del Trabajo y en la Ley General del IMSS, lo convierte en uno de los grupos en situación de exclusión.

En los regímenes que éstas contemplan, se establecen distinciones que lo pone en desventaja en relación a los derechos laborales y de seguridad social que otros trabajadores sí tienen, reconocidos y garantizados como básicos e inderogables.

Por ello, la Organización de las Naciones Unidas ha considerado esta actividad como una nueva forma de esclavitud, que perjudica principalmente a las mujeres, ya que la Comisión Interamericana señala que éste es el empleo uniforme que más mano de obra femenina ocupa.

En la actualidad ser mujer, pobre, indígena y trabajar en el servicio doméstico son condicionantes de discriminación, explotación y abusos, expresó la diputada federal en un comunicado.

En general, las condiciones laborales no se consignan en un contrato que establezca los derechos y obligaciones de ambas partes y especifique un salario digno, una jornada laboral justa, derecho al seguro social, vacaciones, aguinaldo, indemnización y un trato respetuoso y sin discriminación, agregó.

Regular las condiciones laborales y garantizar el acceso a la seguridad social no sólo beneficia a las trabajadoras sino también a los empleadores, pues disminuye la posibilidad de abusos hacia ellos, destacó Anaya Mota.