Viernes 19 Abril 2024

Publicarán historias de vida de mujeres rurales

La Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro) y la Dirección de Equidad de Oportunidades para la Mujer en el Ámbito Rural, rindieron un merecido reconocimiento a mujeres rurales zacatecanas, mediante la investigación de sus historias de vida, dignas de respeto y admiración.

Francisco Flores Sandoval, titular de Sedagro, informó que dicha dirección impulsará la publicación periódica de estas historias, ya que son merecedoras del reconocimiento de la sociedad zacatecana, que durante mucho tiempo se les ha denominado “las trabajadoras invisibles”.

Agregó que en breve se dará a conocer en algunos municipios el proyecto denominado “La otra Palabra: Historias de vida de las Mujeres Rurales”, coordinado por Jorge Luis Villa Esparza, quien dio a conocer una de las primeras historias de vida de estas emprendedoras zacatecanas.

Alejandra Bautista, fundadora de un asilo de ancianos
Es el caso de Alejandra Bautista Quintero, nacida en la comunidad La Mezquitera Sur, Juchipila, el 24 de abril de 1930, hija de un albañil y una madre dedicada exclusivamente al hogar. Su niñez fue parecida a la de las demás niñas de su generación, con una educación tradicional y conservadora.

Quizá lo que marcó la diferencia fue el trato que recibió por parte de sus padres, basado en el respeto e igualdad entre hombres y mujeres: “tanto mis hermanos como mis hermanas ayudábamos de igual manera en las labores del hogar”, mencionó Alejandra Bautista.

Muy joven emigró a San José California, Estados Unidos, junto con sus hermanos, donde vivió durante 20 años y trabajó en una empresa empacadora de alimentos. Al tiempo de su jubilación en 1984, decidió volver a la tierra que la vio nacer.

Cuando regresó a Juchipila se dio cuenta que faltaba un lugar digno para las personas adultas mayores, algo que se propuso lograr. La estancia que tuvo en Estados Unidos le permitió hacerse de “un terrenito”, el cual donó para construir ahí un asilo.

Alejandra Bautista utilizó sus ahorros para construir este sitio para el cuidado de las personas que más lo necesitaban, sitio que hasta el día de hoy sigue en pie, con el nombre de “Divina Providencia”.

Desde el momento en el que se abrió este lugar se ha mantenido al pendiente del mismo, y fue  parte del patronato encargado del asilo durante el periodo del 23 de noviembre de 2005 hasta el 11 de diciembre de 2008.

Actualmente, este asilo alberga a siete personas y cuenta con servicios básicos, agua, luz y drenaje y en el edificio, hay una capilla donde se brindan servicios religiosos. El apoyo que otorga este asilo es gratuito, pues sobreviven con donaciones de la gente.

A pesar de que Alejandra ya no forma parte de la actual administración del mismo, está al pendiente de él y sigue trabajando para mejorarlo, para que en un futuro no lejano esté capacitado para albergar a más personas y así poder seguir ayudando a quien lo necesite.

“Cada que me preguntan cuál es mi pago, respondo que no hay mejor recompensa que la de ayudar a los demás” -comentó Alejandra- pues lo que hace con el asilo nace de su corazón, más que trabajo lo ve como un don: “dar sin recibir”.

La mayor parte de su tiempo y trabajo los dedica al asilo, pero eso no le impide ver otras necesidades de su comunidad. Bautista ha gestionado apoyos para la pavimentación, luz eléctrica, restauración del templo, drenaje y la creación del jardín de niños ubicado en la misma calle del asilo.

El 5 de marzo de 2007 recibió un reconocimiento de la gobernadora Amalia García Medina, llamado “Mujeres que abrieron camino”. Este premio la llenó de motivación para continuar con su trabajo altruista, “mi familia se llenó de orgullo y ha ayudado a que nuevas generaciones sigan con esta labor”, recalcó.

Alejandra Bautista agradeció a quienes han contribuido para que este proyecto salga adelante, en especial al Gobierno del Estado que se ha preocupado por las necesidades de la comunidad, el apoyo a las personas adultas mayores y la integración de las mujeres a la vida productiva del Mezquital.