Un contingente marchó por la calzada Héroes de Chapultepec de la capital para exigir a las autoridades condiciones de seguridad, principalmente en zonas alejadas y peligrosas, a donde son enviados con riesgo.
Extorsiones, sujetos armados que entran para exigir atención médica a las clínicas, intimidaciones y recorrer solos caminos peligrosos para llegar a un centro de salud, son parte de las situaciones que enfrentan al realizar su servicio social, o bien como residentes o internos.
Hace un año se manifestaron tras el asesinato de Luis Armando Montes de Oca, quien estaba a punto de concluir su servicio social y fue asesinado cuando realizaba un traslado en ambulancia, así como el caso de María Elena Talamantes, quien fue agredida en un narcoretén en la carretera. Ambos casos ocurrieron en Valparaíso.
En esa ocasión, tras reuniones con las autoridades, las plazas para los médicos pasantes fueron retiradas en esa zona, sin embargo, en la protesta de este martes denunciaron que sólo fue un semestre el cambio y la situación volvió a quedar como antes.
Señalaron que no disponen con el equipo y medios para su trabajo y que corren el riesgo de perder la vida como sus compañeros hace un año, además de que en el país se han registrado asesinatos en fechas recientes.
De no obtener respuesta, advirtieron que no se presentarán a las plazas que les fueron asignadas; también pidieron que sea revisado o incluso quitado el servicio social, el cual fue planteado hace más de 80 años con un esquema que ahora es obsoleto.
En su conferencia semanal, Adolfo Marín Marín, secretario de Seguridad Pública, indicó que el asunto fue planteado en la reunión de la Mesa Estatal de Construcción de Paz, donde se acordó una reunión con autoridades de salud y académicas.
Señaló que a partir de la mesa de trabajo se pueden establecer acciones concretas para dar seguridad a los médicos pasantes, por lo que no dio información sobre las medidas que se podrían tomar para atender sus demandas.
