Durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa se han canalizado más de 17 mil millones de pesos de recursos públicos del Fideicomiso de Fomento Minero, para respaldar a empresas mineras del país “con capacitación y asistencia técnica”, una cifra superior a lo que invirtieron al sector Vicente Fox en todo su sexenio y Ernesto Zedillo durante los últimos dos años de su gestión.

El uso de estos recursos públicos ha sido un aliciente para atraer del extranjero “activamente más inversión”, aseguró Felipe Calderón el pasado martes 23 de marzo, al grado de que en la actualidad México ocupa ya el primer lugar en América Latina y el cuarto a nivel mundial, sólo detrás de Canadá, Australia y Estados Unidos, como país receptor de inversión extranjera en exploración minera.

Pero ¿y por qué apoyamos a la minería? Preguntó el presidente ante un nutrido grupo de accionistas canadienses  de Goldcorp Inc., presentes en la inauguración de su mina de oro, Peñasquito, en Mazapil, evento al que también acudió Guillermo Rishchynski, embajador de Canadá en México.

“Porque queremos una economía activa, una economía competitiva y una economía que genere empleos. Porque la minería da, de manera directa o indirecta, empleo a un millón y medio de mexicanos… lo que tenemos que hacer entonces es que más empresas, como Goldcorp y otros sectores industriales, vengan a México”.
 
Adiós a trabas y piedritas
El presidente Felipe Calderón Hinojosa lamentó que en el pasado “muchas veces los mexicanos parece que nos empeñábamos, en lugar de atraer inversiones, en ahuyentarlas, en rechazar todo lo que no fuera nacional, en poner todas las trabas y las piedritas para que alguien viniera y se animara a invertir a México”.

Pero ahora, afirmó, en su gobierno “nosotros tenemos una perspectiva distinta: Sabemos que la única palabra que verdaderamente puede detonar una economía en desarrollo es la inversión, pública o privada, nacional o internacional”, aseveró al presumir el monto de mil 700 millones de dólares que los canadienses invirtieron en Peñasquito.

Además Gerardo Ruiz Mateos, secretario de Economía, afirmó en el mismo lugar que en la administración panista se seguirá trabajando “intensamente para aprovechar el gran potencial geológico del país en beneficio de las familias mexicanas”.

Y con ese objetivo, dijo, “hemos dado un renovado impulso al financiamiento y la capacitación de las pequeñas y medianas empresas mineras, así como también estamos modernizando la regulación en la minería”.

“Además continuamos trabajando para reducir los tiempos y requisitos necesarios para la obtención de concesiones mineras; así como para dar transparencia y fortalecer la certidumbre jurídica de los inversionistas”, aseveró Ruiz Mateos.
 
Gran inversión, mejores ganancias
Un dato que Felipe Calderón y Gerardo Ruiz Mateos repitieron y presumieron con orgullo fue la cifra de mil 700 millones de dólares que los accionistas de Goldcorp Inc. invirtieron para abrir la mina de oro de Peñasquito, operada “a tajo abierto”, un sistema de explotación minera prohibido en algunas localidades de Europa y Estados Unidos por su enorme impacto ambiental.

Lo que no se informó en el evento, que presidio a nombre de los accionistas canadienses Chuck Jeannes, presidente y CEO de Gold Corp Inc., son las enormes ganancias que a mediano y largo plazo obtendrán  los inversionistas extranjeros dueños del “proyecto”.

De acuerdo a la información oficial que Goldcorp Inc. ha proporcionado a los medios de comunicación en trípticos, documentos impresos y en su propia página de internet –con todos los datos en inglés-, en Peñasquito se extraerán 17.5 millones de onzas de oro.

Esto representará, al precio que tiene actualmente el metal precioso en la bolsa de valores de Nueva York, (de mil 118 dólares por onza), una ganancia superior a los 19 mil millones de dólares.

A eso habrá que sumarle las ganancias que Goldcorp Inc. obtendrá por la venta de los otros “derivados”, cuyas “reservas probadas” son: mil 45 millones de onzas de plata, 7 millones de toneladas de plomo y 15 millones de toneladas de zinc, que serán extraídos durante los 19 años de trabajos en el municipio de Mazapil, localidad de muy alta marginación según la Sedesol.

La ganancia para los canadienses, por la plata, cuyo precio por onza en el mercado de valores de los metales preciosos, al 24 de marzo del 2010, es de 16.5 dólares por onza, sería superior a los 17 mil 200 millones de dólares.

Y aunque no son metales “preciosos” la cotización del plomo y el zinc en los mercados internacionales, es también bueno. Al mes de febrero el plomo se cotizó a 2 mil 125 dólares por tonelada  y el zinc a 2 mil 158 dólares por tonelada.

Eso implica que los dueños de Peñasquito obtendrán 31mil 800 millones de dólares por las más de 15 millones de toneladas de plomo y 15 mil 100 millones de dólares por las 7 millones de toneladas de zinc.

Esos son los números cuyo desglose y análisis sobre el costo-beneficio que la mina Peñasquito tendrá para los canadienses, y que en términos estrictos significa que, sumados los ingresos por la venta del oro, plata, plomo y zinc, estarán obteniendo un ingreso mayor a los 83 mil millones de dólares, a cambio de los mil 700 millones de dólares invertidos; es decir, casi 50 veces más.

En un año de trabajo (técnicamente Peñasquito inició operaciones y producción en julio del 2009), los canadienses podrían recuperar toda su inversión y comenzar a ganar-ganar.

Sera por eso que en su discurso, alegre por la inauguración oficial, Felipe Calderón arengó ante los accionistas de Goldcorp reunidos en Mazapil: “Por eso me alegra enormemente que este tipo de proyectos, de inversiones del mundo y particularmente de nuestros amigos de Canadá, vengan a México, sí, a hacer negocio, además; porque ¡qué duda cabe que la decisión de esta mina está mostrando ser una excelente decisión de negocios!”.

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