«Cualquier profesor que pueda ser sustituido por un libro o por cualquier otro medio, merece ser sustituido”, afirmó la vicerrectora de Política Internacional de la Universidad de Girona, España, María Luisa Pérez Cabaní, invitada por la Secretaría Académica de la Unidad de Contaduría y Administración de la UAZ para impartir la conferencia magistral “Calidad del proceso de enseñanza y aprendizaje y formación del profesorado”.
En el evento, realizado en el Teatro Calderón, se dieron cita docentes y alumnos universitarios para escuchar a la responsable del Grupo de Investigación que lleva el nombre de la conferencia impartida (“Calidad del proceso de enseñanza aprendizaje y formación del profesorado”).
Al iniciar su exposición comentó que este grupo trabaja desde hace tiempo en el proyecto “Un modelo de gestión de la docencia basado en competencias”. Esto obedece -explicó-a que en 1999 los ministros de enseñanza de Europa firmaron la Declaración de Bolonia, con el fin de facilitar la movilidad de estudiantes y profesores en toda Europa y la creación del Espacio Europeo de Enseñanza Superior (EEES).
A partir de entonces, cada 2 años lo ministros se reunían para marcar las directrices, definir créditos, movilidad, etc. “No son cambios simples, ya que ha sido un cambio conceptual y de fondo”, en el que se han tenido seguidores, pero también opositores, advirtió la conferenciante.
Modelo de gestión de la docencia basado en competencias
En la guía presentada del modelo de gestión de la docencia basado en competencias, en el tema “Porqué un modelo basado en competencias” se apuntó que el sistema universitario europeo se basa en 2 ciclos: grado, máster y doctorado, en los que los estudiantes se tienen que formar para adquirir competencias adecuadas.
Respecto al concepto de competencias en el EEES, Pérez Cabaní señaló: “se entiende la combinación dinámica de atributos, en relación a conocimientos, habilidades, actitudes y responsabilidades que describen los resultados de los aprendizajes de un programa educativo a los que los estudiantes son capaces de demostrar al final del proceso”.
Recalcó que las competencias surgen como una nueva categoría en el proceso docente, que supone ir más allá del uso del conocimiento, en el que el examen es un tipo de actividad de evaluación y, a la vez, una actividad de aprendizaje.
La experta manifestó también que las competencias antes de la docencia es el objetivo: “Durante la docencia es el referente de las actividades de aprendizaje y después de la docencia es el resultado de aprendizaje”.
Para la vicerrectora de la Universidad de Girona las competencias son transversales y específicas: Las primeras son aquellas que todos los estudiantes tienen que haber adquirido al término del grado o máster, y las segundas son específicas de cada área del conocimiento. El conjunto de éstas toma el perfil de titulación.
Autonomía, característica que se busca formar en los alumnosPérez Cabaní precisó que las competencias tienen que estar formuladas para que sean evaluables, además de que bajo este método el estudiante tiene que ser más autónomo en su proceso de aprendizaje.
Para que las competencias no “queden flotando”, en la titulación se relaciona cada competencia con la asignatura, y hay competencias que se trabajan en muchas asignaturas y otras no.
“En este modelo se requiere más trabajo tanto por parte del profesor como del alumno”. Además el docente tiene que planificar cuántas horas de trabajo representa la asignatura para el alumno. Esto es cuántas horas con profesor, horas previas, horas sin profesor, etc.
Por otra parte, resaltó que el grupo de investigación tienen un dicho “Cualquier profesor que pueda ser sustituido por un libro o por cualquier otro medio, merece ser sustituido”.
Enfatizó que este modelo no se trata de “borrón y cuenta nueva”. En este se cambian 2 cosas: “Qué debo continuar haciendo y con qué contenidos, y con qué competencias está relacionada”.
Luego de presentar una tabla que permite tanto al estudiante como al profesor seguir la evaluación de la adquisición de las competencias, Pérez Cabaní definió que la práctica reflexiva y la toma de decisiones estratégicas deben ser el instrumento para la formación de los profesionales de la educación.
Un ejemplo básico de la formación del profesorado es reflexionar sobre las decisiones al planificar la enseñanza durante la docencia y cuando ésta acaba (ya sea al final de cada clase o cada curso). Todo ello implica “la práctica reflexiva como instrumento para la investigación educativa, como instrumento de formación de los profesionales de la educación y como instrumento para verificar que los cambios implican mejoras”.
Para este jueves 3 de mayo, a las 10:30 de la mañana, en el Teatro Fernando Calderón, la doctora María Luisa Pérez Cabaní dictará la conferencia “Movilidad Internacional”.
FOTOS: CORTESÍA