Viernes 29 Marzo 2024

Bohemio encuentro entre Sabina y los zacatecanos

Con el frío de la noche como constante y con la Plaza Mayor del Palacio de las Convenciones como escenario, se reencontraron los zacatecanos y Joaquín Sabina, quien se mostró con la pila recargada por sus 28 años de trayectoria artística.


Desenfadado, con unos pantalones verde militar y una camisola camuflajeada, el cantautor español salió al escenario para interpretar sus éxitos más recientes, incluidos en su décimo quinto material discográfico “Vinagre y Rosas”, que salió a la venta el año pasado.

Sin largas filas, los casi 10 mil espectadores comenzaron a ingresar a las 6 de la tarde, para tomar su lugar en las cinco zonas en que se dividió el recinto, que se identificaron con los nombres de las canciones más famosas de Sabina.

Minutos antes de iniciar el concierto, en las gradas más cercanas al escenario se escucharon bullas debido a la presencia de la gobernadora de Zacatecas, Amalia García Medina.


Ya a las 8:30 de la noche la plaza lucía abarrotada. Estaban congregados sus fans, quienes para rendir homenaje al cantautor español compraron sobreros idénticos a los que él usa.

En el escenario se escucharon las notas de un acordeón, mientras Joaquín Sabina comenzaba su concierto con “Tiramisú de limón”, sencillo que se desprende de su disco “Vinagre y Rosas”.

Al terminar su primera interpretación y al ver de pie al público, gritó con euforia “Viva México, cabrones”, y siguió con su repertorio.


Se escucharon temas como “A mis cuarenta y diez”, “Ganas de”, “El bulevar de los sueños rotos”, “Llueve sobre mojado”, “Y sin embargo”, “Cristales de bohemia”, “Nos sobran los motivos”, “19 días y 500 noches”, “Magdalena” y “Princesa”.

Conforme el tiempo pasaba el frío se sentía más. Sin embargo, la gente coreaba con más fuerza las melodías del español, quien luego de una hora de tocar se metió a su camerino y regresó al escenario con ropa diferente: un pantalón y un saco oscuros, que acompañó con una bufanda.

En las dos ocasiones en que salió del escenario dejó la estafeta a su guitarrista, Pancho Varona, y a su corista Marita, quien debutó esta noche.

El intérprete dijo que su concierto está dedicado y planeado a México por tanta “complicidad” tenida en los últimos 20 años de su carrera.

Como un tributo recordó a José Emilio Pacheco, premio Cervantes de poesía, y a su querida amiga Chavela Vargas, con quien –dijo- compartió borracheras; ahora, ambos están retirados.


El concierto llegó a su fin y el público no tuvo más que dar las gracias a por esta noche bohemia, de la que no se deseaba el fin.

A una misma voz el público pidió otra canción. Sabina, para complacer a sus fans, cantó “La del pirata cojo” y “Pastillas para no soñar”.

 

    

  

  

FOTOS: ZACATECASONLINE