Concluyó la edición 2020 del Festival Internacional de Jazz y Blues de Zacatecas que, por primera vez en su historia, se llevó a cabo en la modalidad de autoconciertos para evitar contagios de Covid-19.

Ante una ráfaga de luces y sonidos de cláxones de los autos del público, que se dio cita en el estacionamiento del Palacio de Convenciones, concluyó uno de los festivales más esperados por los zacatecanos debido a su género y al elenco que año con año ha reunido.

Tocó a Jenny Beaujean abrir la noche del último día de actividades del festival, en el que dejó ver su trayectoria de 15 años, proveniente de toda una tradición jazzística.

Con su banda y su álbum ‘Efímero’, que ha hecho un recorrido desde el jazz clásico hasta ahora jazz fusión con electrónico, mostró el quehacer vanguardista y creativo de la más reciente música contemporánea hecha en el país.

A lo largo de su presentación se apreció la fusión de géneros como el post rock, el acid jazz, el trip-hop y el groove, que marcan su estilo y resaltan la voz de Beaujean y sus letras.

Más tarde, la noche dio un vuelco del jazz fusión y electrónico a las clásicas big band, con la presentación de Tonatiuh Vázquez Jazz Orchestra, procedente de Xalapa, Veracruz, quien invadió el escenario con la elegancia que caracteriza a estas grandes agrupaciones.

Esta banda fue formada con la finalidad de dar a conocer las composiciones y arreglos musicales del propio Tonatiuh Vázquez, así como las de otros jóvenes compositores mexicanos emergentes, buscando un sonido moderno con toques del folclore mexicano, que se apreció a lo largo de 60 minutos de concierto.

Ante un gran número de asistentes que disfrutaron desde sus vehículos, concluyó el festival en su formato de autoconciertos, que a lo largo de 2 semanas se disfrutó con todas las medidas de sanidad, para el disfrute de las mejores propuestas de estos 2 géneros musicales, tanto locales como nacionales e internacionales.