Abundan los festejos del 12 de diciembre a la Virgen de Guadalupe, pero en el municipio que lleva su nombre se realiza una singular devoción en una pequeña capilla ubicada junto a un despeñadero, a la que suben los devotos en peregrinación.

Conocido como el cerro de las antenas por las torres repetidoras de señales de radio y televisión, se le nombra más por el Cerro de la Virgen y es justo por esta ermita que recibe el nombre. Aunque la original construida hace 150 años por franciscanos ya no está, la actual guarda la misma imagen a la Santísima Virgen de Guadalupe.

Ya que el cerro en esta área se desgajaba, se puso una imagen de la guadalupana en el extremo donde ocurría, al no haber más desprendimientos se decidió construirle una ermita en 1870, que fue cambiada por otra en el mismo sitio en 1960.

Desde hace 27 años se organiza una peregrinación en la que se ilumina un camino que comienza en la parte baja del despeñadero y termina en la capilla, donde en los primeros minutos del 12 de diciembre se celebra misa.

Cientos de personas llegan en peregrinación; algunos lo hacen desde Guadalupe y otros desde la central de camiones de Zacatecas, de donde suben vehículos y camiones, así como fieles a pie, aunque la mayoría de los que camina decide hacerlo desde el otro extremo.

Con sus lámparas, los peregrinos extienden el camino que se ilumina, comenzado a un costado de Tránsito Pesado, y a lo largo del cual están cruces de las 14 estaciones del Víacrucis en un tramo de alrededor de 2 kilómetros que deben subirse.

Algunos deciden hacer velación durante toda la noche y montan casas de campaña, también hay quienes regalan algunos alimentos y café caliente para los peregrinos que van llegando.

A pesar del frío y la distancia que hay que recorrer, los peregrinos dan muestra de su devoción al llegar hasta la capilla, así como los organizadores para hacer los preparativos y que cada año luzca la celebración.

En el centro de la ciudad de Guadalupe la imagen de La Preladita recorre las calles acompañada de contingentes de miembros de las morismas en este municipio, y acuden al templo cientos de personas para cantarle las mañanitas.