Sus estilizados dedos tocaron exquisitamente el piano ante una alfombra humana cubrió la Plaza de Armas, mientras su potente voz conquistó al público reunido en el penúltimo concierto del Festival Cultural Zacatecas 2010.

Eran las 7 de la noche y la gente comenzó a llegar para asegurar un buen lugar y ver a la jazzista Diana Krall.

Una hora y media después, el grupo zacatecano Arista 5 salió al escenario para abrir el concierto, cuya actuación puso en alto la frente del público local.

En el marco de las celebraciones del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana, el grupo tocó canciones como “Cucurucucú”, “Adelita”, “Juana Gallo”, “La tumba de villa”, “La toma de Zacatecas” y “La cucaracha”.

Después, Diana Krall hizo lo suyo el escenario con la seducción de sus melodías. En cada interpretación su melena rubia se sacudía con la misma intensidad que sus dedos sobre el teclado.

El repertorio de la pianista incluyó “Love being here with you”, “So nice”, “Just you, just me”, “Boulevard broken dreams” y “Deed I do”.

En varias ocasiones, la jazzista nombró a sus músicos. A un costado estaba Bem Wolfe, en el contrabajo, del otro estaba el guitarrista Anthony Wilson, y en la batería, Karriem Riggins.

Como testigos del concierto asistieron más de 5 mil personas, que ocupaban las sillas de la explanada de la Plaza de Armas y parte de las gradas.

En primera fila estaban la gobernadora Amalia García Medina y el actor de teatro y televisión Héctor Bonilla, quien presentó la segunda fecha de su obra “Yo soy mi propia esposa”, en el teatro Ramón López Velarde.

Miles de almas fantasearon con la actuación de Diana Krall, pues sus manos tocaron lo más íntimo del ser humano: su corazón y su alma.

Luego de ser multiovacionada, la jazzista complació a su público con “Simple twist of fate” y “Sunny”, canciones con las que cerró este concierto de lujo.

FOTOS: LEONARDO MORENO