Presentan Noche de Milagros en San Agustín
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- Creado: Martes, 16, Febrero 2010 23:03
- Escrito por Zacatecasonline
Una actividad más que formó parte de la programación de Espacio de Encuentro Zacatecas en el Arte Sacro, fue la presentación, en el Antiguo Templo de San Agustín, del espectáculo “Noche de Milagros”, en el que participó la Compañía de Estatal de Narración Oral, dirigida por María Eugenia Márquez.
Abrió la noche María Eugenia, quien contó una historia sobre el milagro de la creación de mundo, titulada “El nombre de no me olvides”. Muy contento, el Creador denominaba a los animales y a las flores de diferentes formas, tamaños y colores, sin embargo, se olvidó de unas pequeñas flores muy lindas de color azul; ellas se acercaron con Dios y le dijeron: Señor, se te olvidó ponernos un nombre, Él las miró con ternura, las tomó en sus manos y les dijo: de ahora en adelante su nombre será “no me olvides”, las flores se fueron muy contentas.
Enseguida subió al escenario Mónica Macías, quien nos narró sobre una mujer muy bella y rica, de buen cuerpo, pero con un problema, su madre quería conseguirle un prometido que la cuidara. Lucía, así se llamaba, tenía un secreto y ponía como pretexto, para no casarse, el argumento de que no era el momento. Un joven que la esperaba, dijo que estaba cansado de guardarse para ella.
La mujer no sabía cómo decirle que ya se había casado con un hombre, se había desposado con Dios, pero nadie lo sabía. Hasta que le dijo al joven la verdad, él lo tomo muy mal, ya que su espera había sido en vano. Al final el pueblo la condenó por su acción.
Continuó Gabriel Martínez, quien compartió un cuento sobre dos reinos que se encontraban en guerra. Uno de los reyes buscaba una solución para terminar con la guerra; le pareció correcto que su hija se casara con el otro rey, pero cuando la pequeña se enteró de los planes, le pidió a su padre que no la obligará, el padre la ignoró.
Una noche, antes de la boda, la niña lo único que hacía era orar y tratar de encontrar tranquilidad. En el banquete nupcial, mientras los dos reinos festejaban la paz, solo había una persona que deseaba, no se terminara el festín, para evitar contacto con el rey.
Pero llegó la noche y un milagro ocurrió; ya cuando se encontraban en la alcoba, su cuerpo estaba lleno de bellos, como un traje, lo que provocó repulsión al esposo; la pequeña se sintió tranquila, pero él se enojó tanto que la regresó con su padre y volvió la guerra. El progenitor la castigó, y la crucificó por sus oraciones. Su único pecado fue escoger a quien amar.
Continuó Olga Regina Orozco, quien platicó sobre un niño llamado Felipillo, que se convirtió en un joven muy guapo y rico, todas las mujeres lo veían como un buen prospecto. Pero él quería viajar y conocer otros países, y convenció a su padre que lo dejara realizar su sueño.
Así fue, viajo a unas islas, en las que Dios tocó su corazón cuando entró a un convento franciscano, allí sintió gran riqueza en el alma; posteriormente se probó como sacerdote. Al final, él y sus compañeros fueron torturados y clavados en una cruz por su religión.
Por último, María Eugenia Márquez, Mónica Macías, Gabriel Martínez y Olga Regina Orozco, recordaron al público la bella historia de San Juan Diego, que fue recreada por los narradores. Al final se escuchó una música muy bella, interpretada por Silvia Sánchez Enciso con una flauta transversal.