Miércoles 24 Abril 2024

Hiperactivos 7 de cada 100 niños: detectar es fundamental

Suele catalogarse a estos infantes como malos, vagos o tontos por falta de diagnóstico, advirtió Luz Denisse Pérez Mayorga, pediatra del Hospital General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del estado (Issste).

Los niños hiperactivos suelen tener problemas para prestar atención o estarse quietos en clase y actúan de forma impulsiva, lo que significa que hacen las cosas sin haberlas pensado.

La hiperactividad es un trastorno de la conducta de los niños que desarrollan una intensa actividad motora, sobre todo cuando están en presencia de otras personas, especialmente con las que no mantienen relaciones frecuentes.

“Estos niños son especialmente problemáticos, poseen un espíritu destructivo, son insensibles a los castigos, inquietos y nerviosos. También son niños difíciles de educar, ya que pocas veces pueden mantener durante mucho tiempo la atención puesta en algo, con lo que suelen tener problemas de rendimiento escolar a pesar de tener un cociente intelectual normal”, agregó la pediatra.

Pérez Mayorga detalló que la hiperactividad infantil es frecuente y es más común en niños que en niñas.

Causas y tratamiento
Se debe a una disfunción cerebral mínima, en la cual queda afectada el área del comportamiento, de ahí la consecuente explosividad en la actividad voluntaria, impulsividad orgánica e incapacidad de estarse quietos.

El tratamiento del trastorno de hiperactividad con déficit de atención es una cooperación entre el médico y niño, y participan los padres y usualmente los profesores.

Para que la terapia sea eficaz, es importante:

  • Establecer metas específicas y apropiadas
  • Iniciar la terapia farmacológica y/o la psicoterapia
  • Tener controles regulares con el médico para revisar las metas, los resultados y cualquier efecto secundario de los medicamentos. Durante estos chequeos, se debe recoger información del paciente y si es relevante, de los padres y los profesores
  • Comunicarse regularmente con el profesor del niño
  • Mantener un horario diario constante, que incluya horas regulares para las tareas, las comidas y las actividades al aire libre. Haga cambios al horario con anticipación y no a última hora
  • Limitar las distracciones en el ambiente del niño
  • Tratar que el niño consuma una alimentación saludable y variada, con bastante fibra y nutrientes básicos.
  • Cerciórese de que el niño duerma lo suficiente
  • Elogie y premie el buen comportamiento
  • Mantenga reglas claras y constantes para el niño