Desde el mediodía, camiones en los que viajan mineros permanecen "secuestrados" para impedir que lleguen a la capital, donde pretendían manifestarse para exigir justicia por la muerte de uno de sus compañeros.

Las seis unidades fueron detenidas a las 12:30 del día por policías y agentes de Tránsito en el tramo Ojocaliente-Zacatecas, a la altura de Trancoso.

Cerca de las 7 de la noche los autobuses retrocedieron más de un kilómetro, para estacionarse el entronque Las Arsinas.

Las autoridades estatales determinaron cerrarles el paso para impedir que llegaran a la ciudad, ante la amenaza de un enfrentamiento con mineros contrarios al líder nacional del gremio, Napoleón Gómez Urrutia, así como el caos que pudieran provocar.

Incluso, elementos de la Policía Estatal Preventiva, Municipal de Guadalupe y de Tránsito, quienes portan equipo antimotín, no les permitían abrir las ventanas de los autobuses por temor a que por ellas salieran.

De uno en uno sólo se les dejaba salir para que fueran “al baño”, y luego de varias horas y peticiones de los mineros se les dio agua embotellada.

“No hemos comido desde anoche, veníamos confiados en que nos iban a dejar pasar y ni bajarnos nos dejan, nos tienen secuestrados”, se quejaba uno de los mineros desde la ventana de su autobús.

Aunque cuando fueron detenidos, a las 12:30 de la tarde, se les informó que acudirían funcionarios de la Secretaría General de Gobierno para entablar un diálogo, pasaron las horas y éstos nunca se presentaron.

Se espera que los autobuses provenientes de la ciudad de México se regresen ante las medidas tomadas por las autoridades estatales.

FOTOS: CORTESÍA

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