La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos informó hoy que siete de sus empleados murieron y otros seis resultaron heridos en una explosión suicida en una base de Afganistán.

Uno de ellos era la jefe de la base de la CIA en la provincia suroriental de Khost en Afganistán.

El director de la CIA, Leon Panetta, dijo en un mensaje al personal de la agencia que las bajas del miércoles en la base Chapman de operaciones de avanzada fueron causadas por un atentado terrorista.

Versiones preliminares indicaban que ocho civiles estadounidenses habían muerto. No se explicó sobre la discrepancia en el mensaje de Panetta, que fue difundido por la CIA en una medida inusual un día después de uno de los ataques más mortíferos en los anales de la historia de la agencia.

"Aquéllos que cayeron ayer lejos de su hogar y cerca del enemigo, estaban dedicados a la difícil tarea que debe ser realizada para proteger a nuestro país del terrorismo", destacó Panetta. "Les debemos nuestra más profunda gratitud, y nos comprometemos ante ellos y sus familias a que no cejaremos en la lucha por la causa a la que dedicaron sus vidas, para un Estados Unidos más seguro", agregó.

"La tragedia de ayer nos recuerda que los hombres y mujeres de la CIA ponen en riesgo la vida todos los días a fin de proteger a esta nación", destacó.

El director de la CIA dijo que no se daría mayor información sobre las víctimas debido "a lo delicado de su misión y otras operaciones actuales", indicó.

En un acápite, ex funcionarios de la CIA dijeron que la jefe de operaciones de la base de Khost, madre de tres niños, había muerto a causa del atacante suicida que detonó explosivos dentro del complejo.

La occisa estaba a cargo de dirigir y coordinar las operaciones de la CIA y de recaudar información de inteligencia en la provincia, un bastión del Talibán y de mucha actividad insurgente debido a su proximidad con la región tribal de Pakistán, donde no hay gobierno.
(Con información de La crónica de Hoy)

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